Autores pertenecientes a la Escuela de Medicina de la Universidad de New York publicaron en la edición del Journal of Interventional Cardiac Electrophysiology (JICE) del 4 de febrero de 2021 reflexiones referentes a su experiencia en el reinicio de los procedimientos de ablación de la fibrilación auricular en el contexto de la actual pandemia de COVID-19*.
Efectivamente, la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) resultó en la reducción de la atención médica que no era de emergencia para limitar la exposición de los pacientes y los trabajadores de la salud y preservar los limitados equipos de protección personal (EPP) disponobles. En ese sentido, los procedimientos de ablación con catéter para la fibrilación auricular (FA) se redujeron significativamente.
Asimismo, hacer frente a los desafíos de la infección máxima por COVID-19 resultó en la reasignación de camas de hospital y la reutilización del personal en todo Estados Unidos. Válido es comentar que esta situción se repitió y aún continúa en todo el mundo.
Los programas de electrofisiología como el que desarrollan los autores, de acuerdo con las recomendaciones proporcionadas colectivamente por las sociedades profesionales y las regulaciones locales, priorizaron los procedimientos electrofisiológicos urgentes durante los períodos de alta utilización de la atención médica relacionados con COVID-19.
Estos esfuerzos han ayudado a minimizar la exposición de pacientes y profesionales de la salud mediante el aplazamiento de casos electivos y el manejo cuidadoso de afecciones urgentes o prioritarias.
A medida que los casos locales de COVID-19 disminuyen y la disponibilidad de recursos de atención médica está menos restringida, persiste la incertidumbre con respecto a las mejores prácticas para reiniciar procedimientos menos urgentes.
Además, por otro lado ha habido un reconocimiento cada vez mayor de la morbilidad y la mortalidad asociadas con retrasos en la atención cardíológica, incluidos los procedimientos como la ablación para aquellos con síntomas graves debidos a fibrilación auricular (FA) o aleteo auricular.
Habitualmente, en la práctica de los autores, la ablación con catéter de la FA se realiza con mayor frecuencia utilizando monitorización durante la noche posterior al procedimiento.
La literatura previa limitada sobre la seguridad del alta el mismo día después de la ablación de la FA ha incluido procedimientos realizados bajo sedación consciente, utilizando tecnología de criobalón y / o con reposo en cama 4 h después del procedimiento.
Una minoría de pacientes fue dada de alta el día de la ablación en un estudio reciente que informó los resultados del alta el mismo día después de la ablación por radiofrecuencia de la FA bajo anestesia general.
Los autores buscaron implementar políticas y procedimientos para garantizar la seguridad de los pacientes y los trabajadores de la salud, al tiempo de intentar reducir la utilización de recursos de atención médica y mantener la calidad de la atención utilizando anestesia general con ventilación por presión positiva por chorro o jet de alta frecuencia. Evaluaron sistemáticamente los resultados agudos y subagudos de estas intervenciones como una iniciativa de calidad.
Hay pocos datos con respecto a los resultados de los procedimientos médicos durante la pandemia de COVID-19 y por ello implementaron protocolos para reiniciar la ablación de FA de forma segura y al mismo tiempo limitar la utilización de recursos sanitarios.
La utilización de la asistencia sanitaria perioperatoria y los resultados de los procedimientos agudos se analizaron para pacientes consecutivos sometidos a ablación de FA según los protocolos COVID-19 (cohorte de 2020; n = 111) y se compararon con los de los pacientes sometidos a ablación de FA durante el mismo período en 2019 (cohorte de 2019; n = 200).
Las prácticas implementadas incluyeron pruebas de COVID-19 preoperatorias, ecocardiografía transesofágica selectiva (ETE), utilización de cierre venoso y alta en el mismo día cuando era clínicamente apropiado.
La prueba de COVID-19 previa a la ablación fue positiva en 1 de 111 pacientes. Hubo 0 casos de transmisión de COVID-19 relacionada con la ablación y 0 complicaciones mayores en cualquiera de las cohortes.
La ETE antes del procedimiento se realizó en un número significativamente menor de pacientes de la cohorte de 2020 en comparación con los pacientes de la cohorte de 2019 (68,4% frente a 97,5%, p <0,001, respectivamente) a pesar de una mayor prevalencia de arritmia persistente en la cohorte de 2020.
Se logró el alta el mismo día en el 68% de los pacientes de la cohorte de 2020, en comparación con el 0% de los pacientes de la cohorte de 2019.
Como conclusiones, los hallazgos demostraron la viabilidad de la reanudación segura de procedimientos de electrofisiología complejos durante la pandemia de COVID-19, lo que redujo la utilización de la atención médica y manuvo la calidad de la atención. Los protocolos instituidos pueden generalizarse a otros tipos de procedimientos y entornos.
* Barbhaiya CR, Wadhwani L, Manmadhan A, Selim A, Knotts RJ, Kushnir A, Spinelli M, Jankelson L, Bernstein S, Park D, Holmes D, Aizer A, Chinitz LA. Rebooting atrial fibrillation ablation in the COVID-19 pandemic. J Interv Card Electrophysiol. 2021 Feb 4:1–5. doi: 10.1007/s10840-021-00952-w. Epub ahead of print. PMID: 33543350; PMCID: PMC7861463.