En la edición de septiembre del JICE (Journal of Interventional Cardiac Electrophysiology) autores pertenecientes a dos Hospitales de Singapur publicaron sus reflexiones y experiencia acerca de cómo el electrofisiólogo cardíaco se adapta a la pandemia de COVID 19 en su país.
Comienza el análisis subrayando que el 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud declaró la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) como una pandemia.
Desde entonces, el virus se ha extendido a todos los continentes, con cerca de 2,5 millones de casos en todo el mundo y más de 170.000 muertes al momento de ser escrito el texto.
Singapur fue uno de los primeros países fuera de China en informar casos confirmados de COVID-19. Al 21 de abril de 2020, Singapur tenía un total de 9125 casos confirmados y 11 muertes, que al 8 de septiembre representan 57.091 casos y 27 fallecidos respectivamente.
Al ser una pequeña ciudad-estado con una alta densidad de población, la pandemia de COVID-19 ha tenido un gran impacto en la prestación de servicios de salud.
Los autores comparten su experiencia de arritmias observadas en pacientes con COVID-19, y cómo la pandemia viral ha afectado al servicio de electrofisiología cardíaca y estimulación (EF) en un gran hospital general de cuidados agudos en Singapur y las medidas adoptadas para mitigar el impacto negativo.
Hubo varias consideraciones principales al planificar las medidas de mitigación.
En primer lugar, los servicios de EF cardíacos como de costumbre deben reducirse en vista de la necesidad de conservar los recursos sanitarios para hacer frente a la pandemia.
En segundo lugar, se debe minimizar la exposición de los profesionales de la salud a pacientes con COVID-19 sospechosos o confirmados.
En tercer lugar, se deben implementar medidas para garantizar la continuidad del servicio en caso de que un personal contraiga la enfermedad.
Finalmente, en la medida de lo posible, si surge la necesidad clínica, los pacientes deben recibir la misma atención médica adecuada independientemente de su estado de COVID-19.
Concluyen que COVID-19 es un desastre sanitario de proporciones sin precedentes en los tiempos modernos y que a medida que la situación continúa evolucionando, los servicios de atención médica deben adaptarse para hacer malabarismos eficazmente entre la gestión de la pandemia y el mantenimiento de los servicios habituales, de modo que tanto los pacientes con COVID-19 como los que no tienen COVID-19 reciban la atención médica adecuada.
Los servicios de EF cardíacos se prestan bien a diversas formas de telemedicina que deben aprovecharse para reducir la exposición de múltiples pacientes.
* Chia PL, Tan K, Tan LW, Chin PS, Foo D. Rhythm blues in the time of coronavirus disease 2019 (COVID-19): how the cardiac electrophysiologist adapts to a viral pandemic in Singapore. J Interv Card Electrophysiol. 2020;58(3):269-272. doi:10.1007/s10840-020-00782-2