Autores japoneses pertenecientes al Departamento de Cardiología, Universidad Médica de Mujeres de Tokio, publicaron en la última edición del Heart and Vessels un trabajo en el que volcaron sus conclusiones acerca del curso clínico a largo plazo después de la ablación con catéter de la fibrilación auricular en pacientes con miocardiopatía hipertrófica (MCH)*.
Señalan en la Introducción del texto que la fibrilación auricular (FA) es la arritmia más frecuente en pacientes con miocardiopatía hipertrófica y afecta hasta al 20-25% de esta población.
Esta arritmia está fuertemente asociada con deterioro de la condición clínica, incluido el empeoramiento de los síntomas de insuficiencia cardíaca y un mayor riesgo de accidentes cerebrovasculares tromboembólicos y mortalidad cardíaca.
Aunque el objetivo más importante para mejorar la condición clínica es restaurar y mantener el ritmo sinusal, los fármacos antiarrítmicos (DAA por sus siglas en inglés) con frecuencia no son adecuados para una estrategia de control del ritmo.
De esta manera, en la última década, la ablación con catéter de radiofrecuencia (CA por sus siglas en inglés) ha proporcionado otra opción terapéutica para el control del ritmo en el tratamiento de pacientes con FA.
Incluso en pacientes con MCH, varios informes han sugerido que la CA de la FA podría ser una opción valiosa, aunque se necesitan más procedimientos de repetición y drogas antiarrítmicas (AADs) para prevenir la recurrencia de la FA.
Sin embargo, a pesar de una serie de informes que demuestran la eficacia y la seguridad de la AC, ha habido pocos informes con respecto a la asociación entre la CA y su efecto clínico a largo plazo.
Por lo tanto, el objetivo de este estudio fue investigar el curso clínico a largo plazo después de la AC y validar sus efectos clínicos en pacientes con MCH con FA.
De los 566 pacientes con MCH primaria en la institución de los autores, 94 que se sometieron a una terapia de control del ritmo para controlar la FA desde 2002 hasta 2016 fueron analizados retrospectivamente.
Los pacientes elegibles se dividieron en dos grupos: los que manejaron la FA con CA (n = 34) y los que no recibieron CA (n = 60).
Los puntos finales fueron la incidencia de eventos clínicos iniciales, incluida la muerte relacionada con la MCH o una hospitalización por insuficiencia cardíaca no planificada, o accidentes cerebrovasculares tromboembólicos de nueva aparición.
Durante un seguimiento medio de 5,8 años, el 6% en el grupo de CA y el 28% en el grupo de no CA tuvieron una progresión del tipo de FA a FA permanente (Log-rank: p = 0,012).
En los análisis de la curva de Kaplan-Meyer, la incidencia de eventos clínicos fue significativamente menor en el grupo de CA que en el grupo sin CA (p = 0,025).
Las tasas anuales para la incidencia de eventos clínicos fueron del 1,2% en el grupo de CA y del 6,7% en el grupo de no CA. En un análisis multivariado de Cox, la terapia con CA (índice de riesgo ajustado 0,22; intervalo de confianza del 95%: 0,05-0,97; p = 0,046) fue el único factor predictivo independiente de la incidencia de eventos clínicos.
En conclusión, la CA puede estar asociada con un curso clínico favorable a largo plazo en pacientes con MCH con FA.
* Higuchi S, Ejima K, Minami Y, Ooyabu K, Iwanami Y, Yagishita D, Shoda M, Hagiwara N. Long-term clinical course after catheter ablation of atrial fibrillation in patients with hypertrophic cardiomyopathy. Heart Vessels. 2019 Mar;34(3):527-537. doi: 10.1007/s00380-018-1269-3. Epub 2018 Sep 25.